Lo hicieran como amuleto, o como marcas de su paso por el mundo, lograron que sus pinturas perdurasen gracias a una sencilla técnica: espurreaban los pigmentos desde la boca sobre la mano apoyada en la pared y el hueco que dejaban aparece retratada.
PINTURAS RUPESTRES EN ABRIGOS DEL NÚCLEO DE MOCLÍN (GRANADA)
Tienen una antigüedad de 5.000 años. En la primera foto aparecen formas humanas con los brazos levantados y cabras con los cuernos hacia atrás. En la segunda foto se encuentra una pareja de brazos en asa (la figura de la derecha posee un tocado en la cabeza y va cogida del brazo de la otra).
PINTURAS ESQUEMÁTICAS DE LA GRAJA (JIMENA, JAÉN)
El chamán cogió el pincel, mojó la punta en la pintura preparada con sangre, grasa y tierra e invocó a los espíritus para que fueran propicios. Con un trazo ágil, pintó una cabra montesa roja. Repitió la operación, esta vez con pintura negra. Los cazadores partieron en busca de presas, amparados por la magia. La ceremonia tuvo lugar en una cueva de Sierra Mágina, entre Jimena y Torres. De aquellos cazadores y de su magia solo han quedado las pinturas. Merecen especial atención las figuras humanas con brazos en arco y cabelleras radiantes. Son las pinturas rupestres más antiguas de Jaén, datadas en torno al décimo milenio antes de Cristo.
CUEVA DE LOS LETREROS EN VÉLEZ BLANCO (ALMERÍA)
Aquí se encontraron numerosas pinturas que datan del 4500 A.C. Fué encontrado el Indalo, representación de un dios prehistórico y que representa a dicho dios sujetando un arco iris ofreciendo protección frente a posibles diluvios. Se dice que desde entonces en Almería llueve menos y es el lugar con más luz de toda la península.
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